El jueves pasado llegué de Marruecos, estuve unos cuatro días de relax con mi chico, pensar, fotografiar... y disfrutar de un aire fresco de montaña o playa han hecho que vuelva con energías renovadas, con ganas de dar mucho más de sí...
Si algunos os habéis perdido por las playas vírgenes de Asilah, las pequeñas callejuelas o las altas montañas que rodean Chaouen... sabréis de lo que hablo, y entiendo una vez más porque siempre quiero volver al continente que tenemos tan cerca y que en ocasiones no sabemos valorar.
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